Monasterio de San Martín Pinario
Es una de las mayores construcciones de este género que existen en España, el conjunto ocupa unos 20.000 m2. Actualmente alberga el Seminario Mayor y un establecimiento hostelero. Además, cuenta con un museo y una exposición permanente, incluyendo la iglesia con retablos y la sillería del coro.
La realización de la iglesia y el monasterio lleva más de un siglo, desde que se comienza la iglesia (año 1.590), hasta que se termina uno de los claustros interiores (años 1.747).
Los orígenes de la comunidad no se conocen, pero se supone que están vinculados a la aparición de los restos del Apóstol Santiago. Sí se sabe de la existencia de un edificio primitivo en el mismo lugar, románico y del que no quedan apenas restos. Los escasos elementos arquitectónicos que sobrevivieron al tiempo, se aprovecharon para la cimentación del edificio actual y se aprecia en algunos muros exteriores.
La iglesia de San Martiño Pinario reúne elementos de finales del renacimiento y del barroco, muy común en toda la ciudad. La planta es de una sola nave, con capillas laterales inscritas en un rectángulo. La inmensa nave central se cubre con bóveda de cañón con falsos casetones, y las tres capillas laterales con bóvedas casetonadas. La gran cúpula nervada, apoyada en pechinas, proporciona una sensación aérea muy marcada. En el interior destacan las capillas, realizadas en su mayor parte en el siglo XVIII, así como los tres retablos de la misma época, a lo que se añade el espléndido coro bajo, del siglo XVII, donde se representan escenas de la vida de la Virgen. Los tres retablos los diseñó Fernando de Casas.
A lo largo de los años, además, los monjes han ido añadiendo imágenes, encargadas en su mayoría al escultor José Ferreiro.
La fachada de la iglesia, a la que se accede a través de unas hermosísimas escaleras barrocas, se estructura en tres cuerpos verticales que corresponden con la división interna del templo, y que representan una profusión decorativa ausente en el resto de muros. Se cubre con multitud de figuras de santos y se corona, en la parte superior, con la escena de San Martiño.
El Monasterio se compone de dos claustros: Oficinas y Portería, realizados en el siglo XVIII. Destaca su fachada principal, proyectada por Fray Gabriel de las Casas, que inicia sus obras en 1.697. Se compone de tres cuerpos: Frente y dos torres laterales de planta cuadrada. La puerta principal está enmarcada por cuatro grandes columnas dóricas y, sobre ella, una hornacina que porta la imagen de San Benedictino. Termina el conjunto un grupo escultórico de San Martiño, partiendo la capa con un pobre.